Como Preparar un Examen

Como cada profesor, cada padre, cada compañero (y por supuesto Google) parecen tener su opinión sobre cómo se debe preparar un examen y todas ellas son distintas; no nos vamos a reprimir y os ponemos aquí nuestras recomendaciones.

Claro que, fieles a nuestro estilo, estas son algo más «sencillas y directas».

Todo examen tiene tres partes: la Preparación, la Ejecución y la Revisión.

La Preparación

Es lo que hacemos antes del día del examen:

  1. Saber la fecha, hora y lugar del examen. Por motivos obvios, no vaya a ser que nos presentemos dos horas tarde y se nos quede cara de gili después de estudiarnos todo.
  2. Saber qué entra en el examen. Para que no nos estudiemos lo que no es. Si es posible, también viene bien saber cómo se va a puntuar.
  3. Conseguir material de estudio. La mejor forma de estudiar es con preguntas de exámenes anteriores ¿las tienes? Al menos asegúrate de conseguir los libros, apuntes, ejercicios o resúmenes que quieras estudiarte.
  4. Planificar el estudio. ¿Prefieres darte una matada al final o estudiar poco a poco? Elige lo que te vaya mejor, pero piensa que estudiar poco a poco facilita el aprendizaje. Eso significa que por cada hora de estudio que anticipes, te puedes ahorrar dos horas de estudio al final. Planifica qué material vas a estudiar y cuándo lo vas a estudiar. Al planificar, recuerda que es mejor estudiar un poco de varias asignaturas un día, que muchas horas de una sola: combina asignaturas.
  5. Y Estudiar. Ahora sigue tu plan.

La Ejecución

Es lo que hacemos el día del examen.

  • El día antes del examen, no estudies. Si has seguido tu plan no te hace falta y solo incrementa los nervios. Si te estresa más no estudiar, haz un repaso ligero.
  • Un buen desayuno, pero sin pasarse. Asegúrate de que tu cerebro tiene glucosa suficiente durante el examen. Si el examen es por la tarde, ¡siesta!
  • No hay problema en ponerse nervioso antes del examen, a algunos incluso les ayuda a rebajar la tensión. Lo importante es estar tranquilo durante el examen. Prueba técnicas de respiración, de visualización, de oración… lo que sea, incluso algo de dolor (latigazo de goma, punta de boli…) puede ayudarte a relajar los nervios.
  • Planifica el examen. Haz primero las partes que te sepas mejor («empezar por lo fácil hace fácil lo difícil»). Si no te va a dar tiempo a todo, deja aquello que valga poco o que te genere dudas.
  • Haz el examen con cuidado, con cuidado, con cuidado. Si puedes, comprueba los pasos que das. Si ves que te pones nervioso, ya sabes. Es preferible perder tiempo en relajarse a perderlo haciendo mal el examen por los nervios.
  • Si te sobra tiempo y estás tranquilo, revisa. Sino entrega y vete.

La Revisión

Es lo que hacemos después del examen.

  1. Celebrarlo. Sobre todo si ha salido bien (y sino, para pasar las penas). Date una alegría y relájate un rato, que te lo has ganado.
  2. Aprender del Examen. Vas a tener que hacer muchos exámenes en tu vida, así que cuanto más aprendas cómo hacerlos bien, mejor. Pregúntate qué has hecho bien en la preparación y en la ejecución del examen y en qué podrías mejorar. Apúntalo y utilízalo en tu próximo examen.

Y tú ¿cómo te preparas y cómo realizas los exámenes?